¿Qué es el SATE? Descubre el mundo del aislamiento

¿QUÉ ES EL CONFORT TÉRMICO? CONSIGUE EL BIENESTAR EN TU HOGAR

En la búsqueda continua por lograr ambientes cómodos y agradables, la temperatura de confort térmico juega un papel fundamental. Aunque el confort térmico es una sensación subjetiva de cada individuo, hay rangos que pueden considerarse habituales para el bienestar de los seres humanos. Antes de averiguar cuáles son estos rangos, veamos qué es exactamente el confort térmico y qué factores influyen para conseguirlo.

¿Qué es el confort térmico?

El confort térmico es la temperatura en la que las personas nos sentimos cómodas para desarrollar nuestra actividad diaria sin esfuerzo excesivo. Para conseguir el confort térmico, una sensación neutra respecto al ambiente térmico, es necesario no experimentar calor ni frío, por lo que las condiciones de temperatura, humedad y movimiento del aire deben ser favorables a la actividad que estamos desarrollando.

Factores que influyen en el confort térmico

Como ya hemos comentado, hay ciertos factores que nos afectan a la hora de conseguir la temperatura perfecta para nuestro bienestar.
Temperatura: es un factor directo que afecta al confort térmico. Aunque por lo general preferimos temperaturas moderadas, esta preferencia puede variar según la estación del año, la ubicación geográfica, nuestra actividad física o incluso las costumbres culturales.
Humedad: otro de los factores cruciales para la percepción del confort térmico es la humedad. Cuando hay mucha humedad en el ambiente, podemos sentir más calor porque nuestros cuerpos tienen más dificultad para evaporar el sudor. Sin embargo, en ambientes más secos nuestro cuerpo se enfría mejor porque la transpiración es más efectiva.
Velocidad del viento: el aire también influye en cómo percibimos la temperatura porque, en condiciones de viento, el cuerpo puede perder calor más rápidamente a través de la convección. Por este motivo cuando hay viento podemos sentir las temperaturas más bajas de lo que son realmente.
Actividad: la actividad física hace que nuestro cuerpo produzca más calor. Por lo tanto, cuanto más intensa sea la actividad que realizamos, mejor toleraremos las temperaturas bajas.
Ropa: nuestra vestimenta actúa como un aislante térmico sobre nuestro cuerpo. La elección de la vestimenta puede influir en cómo percibimos la temperatura y en nuestra comodidad en un entorno determinado.

La temperatura de confort térmico

El confort térmico es subjetivo a cada individuo y está influenciado por factores como la vestimenta y el grado de actividad, por lo que es muy difícil determinar una temperatura ideal que satisfaga al 100% de los habitantes de una vivienda en todos los momentos del día y en cada una de las actividades que lleven a cabo.
La norma UNE-EN ISO 7730 Ergonomía del ambiente térmico. Determinación analítica e interpretación del
bienestar térmico mediante el cálculo de los índices PMV y PPD y los criterios de bienestar
térmico local
 establece una metodología para calcular el máximo de puntos comunes para lograr el bienestar térmico. Teniendo todo esto en consideración, el Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios (RD 1027/2007 de 20 de julio) establece que para una actividad metabólica sedentaria y una vestimenta adecuada al clima los rangos de temperatura son los siguientes:
Verano: 23-25 ºC de temperatura y 45-60% de humedad relativa.
Invierno: 21-23 ºC de temperatura y 40-50 de humedad relativa.

¿Cómo conseguimos el bienestar térmico el hogar?

Ventilación: la ventilación es esencial para mantener el aire fresco y saludable en el interior, por lo que es recomendable ventilar las habitaciones regularmente (incluso en invierno) o contar con un sistema de renovación del aire.
Control solar: el control de la luz solar a través de cortinas y persianas puede ayudar a regular la temperatura interior. Es recomendable mantener las persianas cerradas durante el día en verano para evitar el calentamiento de nuestro hogar y en invierno hacerlo durante la noche para retener el calor del día.
Sistemas de climatización: cuando las temperaturas en exterior difieren mucho de la que queremos lograr, hay que contar con sistemas de calefacción y refrigeración, como pueden ser bombas de calor o calefacción radiante en invierno o los aires acondicionados en verano.
Mejora de la envolvente térmica: un aislamiento adecuado es clave para mantener una temperatura estable en el interior al mismo tiempo que se ahorra en climatización. El aislamiento SATE reduce la pérdida de calor en invierno y evita el sobrecalentamiento en verano, por lo que es una inversión que genera ahorros significativos en el consumo de energía a largo plazo. Infórmate con nosotros sobre todo lo que podemos hacer por el confort térmico de tu vivienda como especialistas en Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior.

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